Los champús y acondicionadores huelen muy bien… ¡tanto que a veces hasta apetece comérselos! La hora de lavarse el pelo puede llegar a ser un momento mágico dónde te sientes transportado hacia una sobrecarga sensorial: exuberantes selvas tropicales, el aroma de frutas silvestres y exóticas hasta que, por supuesto, parte de la espuma cae por la frente y sientes como si un avispón te hubiera picado en el ojo. Cuando eso pasa, numerosas preguntas invaden nuestra mente: ¿qué brebaje de sustancias contiene este producto que me he echado? Y sobre todo, ¿qué tipo de daño puede estar causando a mi pelo o incluso puede que me lo esté lavando con demasiada frecuencia?
Si esto te suena, te contamos las directrices recomendadas a la hora de lavarse el pelo con una frecuencia óptima y compartimos consejos y técnicas útiles para mejorar la salud del cuero cabelludo y del cabello.
1. Factores que influyen en la frecuencia con la que debemos lavarnos el pelo
Décadas de estudios e investigaciones sobre diversas rutinas de lavado del cabello nos han proporcionado muchos datos y, sin embargo, no existe una respuesta definitiva a la pregunta de «¿cuántas veces es mejor?».
Ambos extremos pueden tener efectos negativos y problemáticos, ya que el exceso de lavado puede llegar a dañar el cabello y la falta de lavado puede provocar la acumulación de sebo (grasa del cuero cabelludo) y suciedad, lo que a su vez puede irritar la piel y provocar estímulos nocivos[1]. Sin embargo, a modo de guía, existen algunos factores personales clave que pueden afectar la frecuencia con la que deberíamos de lavarnos el pelo:
- Los distintos tipos de cabello pueden influir mucho en el número de veces a la semana que debemos llevar a cabo nuestras rutinas de limpieza. Por regla general, los cabellos finos y lisos necesitarán lavados más frecuentes, mientras que los gruesos, ondulados y rizados requerirán lavados menos frecuentes. En este sentido, nuestra procedencia étnica también influye, ya que en los estudios realizados en todo el mundo aparecen diferencias notables que afectan a la estructura, el envejecimiento y la fuerza de nuestro cabello.[2]
- La producción de grasa natural: a menudo se asocia con la falta de limpieza del cabello, ya que lo deja con un aspecto graso y sin brillo. La cantidad de grasa producida a lo largo de un día o una semana puede variar drásticamente de una persona a otra. Esto puede deberse a factores como la genética, las hormonas, la edad (cuanto más mayores somos, menos grasa produce nuestro cuero cabelludo)[3] , la dieta, el calor y la humedad, e incluso el uso de productos capilares inadecuados. También existe una afección cutánea bastante común, llamada seborrea[4], que se produce cuando una parte de los folículos pilosos, conocidos como glándulas sebáceas, segregan un exceso de grasa[5].
- El ejercicio y la rutina de vida pueden guiarnos a saber la frecuencia con la que necesitamos lavarnos el pelo. La actividad física regular y extenuante, aunque fantástica para nuestra salud en general, nos suele llevar, de forma natural, a una sudoración excesiva. Este sudor, además de hacer que nuestro pelo parezca enmarañado y sucio, también puede provocar olores desagradables al tiempo que esparce el sebo por todo nuestro cabello. Cuando esto pasa, es probable que partículas de suciedad y polvo se adhieran a nuestro cabello, lo que resulta en la necesidad de lavarlo más a menudo.
- El uso de determinados productos de peinado también puede engrasar aún más el cabello. Las ceras, geles, cremas y mousses, que suelen contener emolientes, apelmazan el pelo, y pueden atraer más suciedad y aumentar la acumulación de grasa, contribuyendo a un aspecto graso y sucio. Siempre que se utilicen estos productos, se aconseja evitar la zona de la raíz del pelo, ya que pueden obstruir los folículos pilosos y provocar más irritación o incluso dañar el cuero cabelludo[6].
Si quieres saber más, en este artículo desmontamos el mito de que lavarse el pelo todos los días provoca calvicie.
2. ¿Cuántas veces a la semana debes lavarte el pelo?
Como hemos visto, diversos factores entran en juego a la hora de decidir cada cuánto hay que lavarse el pelo. Por lo tanto, es importante centrarse en los efectos y resultados de nuestra propia rutina personal de higiene capilar, y encontrar la frecuencia que mejor funcione para cada caso individual. Estas son las recomendaciones estándar sobre la frecuencia con la que debemos lavarnos el pelo, en función de los tres tipos generales de cuero cabelludo:
- Cabello y cuero cabelludo grasos: es probable que sea necesario lavarlo a diario o cada dos días para que el champú elimine el exceso de grasa del cabello y el cuero cabelludo. Si perteneces a esta categoría, ten especial cuidado y elige un champú suave y natural, ya que el uso excesivo de productos químicos más fuertes y agresivos puede provocar sequedad, daños e incluso la caída del cabello[7].
- Cuero cabelludo equilibrado y cabellos normales: a menudo sólo será necesario lavarlos dos o tres veces por semana, ya que así se consigue un equilibrio saludable que mantiene la humedad suficiente en el cabello, protegiéndolo de posibles daños[8].
- Cuero cabelludo y cabello secos: puede que sólo sea necesario lavarlos una vez a la semana o menos, en función de cómo aparezca la acumulación de grasa natural en el cuero cabelludo y en el cabello. El grosor del cabello, así como unos rizos más pequeños, pueden absorber la grasa del cuero cabelludo, haciéndolo menos graso. También se ha observado que el cabello afroamericano puede ser más frágil y propenso a dañarse, por lo que sólo requiere un lavado semanal o quincenal con productos más suaves[9].
3. Buenas prácticas a la hora de lavar tu pelo
Te contamos algunas buenas prácticas que deberíamos intentar incorporar a nuestras rutinas de cuidado capilar, con el objetivo de estimular al máximo la salud de nuestro cuero cabelludo, para evitar el riesgo de daños o caída del cabello. Esto es realmente importante, tanto si acabamos optando por lavarnos el pelo todos los días como si lo hacemos con mucha menos frecuencia. Puede que algunos de estos interesantes consejos te sorprendan.
Por ejemplo, ¿sabías que, al aplicar el champú, deberíamos centrar nuestra atención principalmente en limpiar el cuero cabelludo, y no el resto del pelo? Además, especialmente en el caso de los cabellos finos, al aplicar un acondicionador, éste debe centrarse únicamente en las puntas del mechón, no en el cuero cabelludo ni en toda la longitud del cabello3.
Otros consejos útiles pueden incluir un enfoque general más suave a la hora de aplicar nuestra rutina de limpieza, evitando los tratamientos extremos o fuertes que pueden dañar los pelos más delicados. Por ejemplo:
- fuerza excesiva al aplicar champús y acondicionadores
- calor extremo al aclarar los productos capilares
- niveles perjudiciales de fricción al secar con toalla, secador o cepillo
- uso de champús o cosméticos inadecuados o con sustancias demasiado agresivas para nuestro tipo de cabello.
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4. Preguntas frecuentes
Como ya te hemos contado, mantener un cuero cabelludo saludable es esencial para evitar la aparición de la caspa y la caída del cabello. Incluye en tu rutina diaria un champú suave y un acondicionador adecuado para tu tipo de cabello. Realiza masajes suaves durante el lavado para estimular la circulación sanguínea y favorecer el crecimiento capilar. Sécalo con cuidado y limita el uso de secadores y planchas.
Tienes muchos más consejos en detalle para evitar la caída del cabello y fortalecerlo en este otro artículo de blog.
Para mantener tu melena radiante y saludable tienes que mimarla y cuidarla a diario con atención y cariño.
5. Preguntas frecuentes
+ ¿Cuántas veces a la semana hay que lavarse el pelo?
Según el tipo de cuero cabelludo y de pelo, se recomienda diferentes frecuencias de lavado. Para pelos grasos, es recomendable, por regla general, lavarlo cada dos días incluso a diario si fuera necesario. Para pelos sin tendencias grasas ni secos, se recomienda de dos a tres veces por semana, mientras que para pelos secos la recomendación es de una vez a la semana.
+ ¿Cuántos días se puede no lavar el pelo?
La frecuencia con la que debes lavarte el pelo depende de varios factores, como el tipo de cabello, el nivel de actividad física e incluso el clima en el que vives. En general, se recomienda lavar el cabello entre 2 y 3 veces por semana. Sin embargo, algunas personas pueden lavarlo con menos frecuencia y aún así mantenerlo limpio y saludable, mientras que otras pueden necesitar lavarlo con más frecuencia.
+ ¿Cómo lavarse el pelo adecuadamente?
Buenas prácticas para lavarse el pelo adecuadamente incluyen: evitar enjabonarse el pelo con fuerza, limitar el uso de secadores y planchas, secarse el pelo suavemente con una toalla y utilizar champús y productos para el pelo suaves.