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La vitamina E, a menudo eclipsada por la conocida vitamina C o la popular vitamina D, merece su propio protagonismo. Además, es una de las cuatro únicas vitaminas liposolubles (junto con las vitaminas A, D y K) esenciales para el funcionamiento óptimo de nuestro cuerpo y para nuestra salud[1].
En este artículo, destacaremos los numerosos beneficios científicamente respaldados de la vitamina E para el cabello, el cuero cabelludo y mucho más. Exploraremos distintas maneras de incorporar de forma natural esta vitamina esencial en nuestra vida diaria.
1. E de esencial: el rol de la vitamina E para un cabello y un cuero cabelludo sanos
Antes de profundizar sobre cómo la vitamina E beneficia la salud del cabello y cuero cabelludo, es esencial entender por qué esta vitamina es tan especial: por sus propiedades antioxidantes. Aunque otros antioxidantes, como las vitaminas A y C y minerales como el zinc , el cobre y el selenio[2] , también son efectivos, la vitamina E destaca como el antioxidante liposoluble más importante para neutralizar radicales libres[3].
Entonces, ¿por qué es tan útil un «cazador de radicales libres» tan experimentado como la vitamina E? En pocas palabras: si dejamos que los radicales libres se acumulen en el cuerpo, se produce un desequilibrio llamado “estrés oxidativo,” que daña las células y puede desencadenar diversas enfermedades en el organismo. Sin duda, esto es impresionante, pero ¿cómo beneficia exactamente la vitamina E al cabello y al cuero cabelludo?
Para mejorar el aspecto, la estructura y la salud general del cabello y cuero cabelludo, la vitamina E ofrece una serie de beneficios clave, entre ellos:
- Protección contra la caída del cabello – aproximadamente el 40% de las mujeres de 50 años sufre de alopecia femenina[4], por lo que este es quizás uno de los mayores beneficios de la vitamina E. Un estudio encontró que, con una suplementación adecuada de vitamina E, el número de cabellos de las participantes aumentó un 34,5% en un periodo de 8 meses[5].
- Promueve un cuero cabelludo saludable: la vitamina E es fundamental en dermatología por su capacidad antioxidante para proteger la piel de daños[6]. Niveles óptimos de esta vitamina contribuyen a mejorar la circulación sanguínea en el cuero cabelludo y lo protegen del daño oxidativo[7], lo que, a su vez, puede favorecer el crecimiento del folículo piloso[8].
- Mejora la calidad del cabello, la vitamina E ayuda a aumentar su hidratación, brillo y manejabilidad. Es un ingrediente clave en muchos productos capilares, ya que recupera [9].
2. Más allá del cabello: la importancia de la vitamina E para todo el cuerpo
Antes de centrarnos en las estrategias más seguras y recomendadas para aumentar nuestros niveles de vitamina E, repasemos brevemente otras formas en que esta vitamina puede ser importante para la mente y el cuerpo. Si las razones anteriores no fueran suficientes para hacernos superfans, los estudios muestran que la vitamina E tiene un papel relevante en diversas afecciones:
- Enfermedades inflamatorias de la piel: Gracias a una forma potente de vitamina E llamada acetato de alfa-tocoferol, puede contribuir al abordaje de problemas como dermatitis atópica, eccema, quemaduras y úlceras, además de otros trastornos cutáneos[10].
- Diabetes: Al desempeñar un papel beneficioso en la mejora de los niveles de azúcar (glucosa) en sangre y la resistencia a la insulina con intervenciones a corto y largo plazo .[11],[12]
- Deterioro cognitivo leve: 11 estudios respaldan el efecto neuroprotector de la vitamina E[12].
3. Cómo ingerir vitamina E a través de la dieta
Afortunadamente, la vitamina E se encuentra de forma natural en muchos alimentos. Su deficiencia es bastante rara en personas sanas y suele estar asociada a enfermedades como la fibrosis quística o la enfermedad de Crohn, en las cuales las grasas no se pueden absorber y digerir adecuadamente[13]. Con una dieta equilibrada, la mayoría de nosotros debería poder alcanzar el nivel de ingesta máxima tolerable de 300 mg/día para adultos y adolescentes[14]. Algunos de los alimentos saludables y ricos en vitamina E incluyen:
- Ciertos aceites de cocina: una sola cucharada de aceite de germen de trigo proporciona más de la ingesta diaria recomendada. Otros aceites ricos en vitamina E son los de girasol, almendras, semillas de oliva o de uva.
- Semillas y frutos secos: son una forma fantástica de aumentar nuestra ingesta de vitamina E, especialmente las pipas de girasol y las almendras (60 g de las cuales casi cubren las necesidades recomendadas), seguidas de cerca por otras como las avellanas, los piñones y los cacahuetes.
- Frutas y verduras – también contienen buenas cantidades de vitamina E, junto con otros nutrientes increíblemente beneficiosos para el cabello. Entre ellas, las más ricas son los aguacates, los kiwis y los mangos, así como los pimientos rojos crudos y los nabos, además de la calabaza moscada[15].
4. Cómo incluir la vitamina E en nuestra rutina de cuidado del cabello
Durante décadas, los principales expertos en cuidado capilar han estudiado los beneficios de ingredientes añadidos a champús y acondicionadores para fortalecer el cabello , aportar hidratación y elasticidad, y maximizar su brillo y aspecto. La vitamina E ha sido uno de estos ingredientes clave, junto con otros nutrientes y extractos naturales de alto valor. Pero ¿hay formas de potenciar nuestro cabello con los poderosos beneficios protectores de la vitamina E?
Muchas personas podrían sentir la tentación de sumergir su cabello en aceite puro de vitamina E, pero esto puede ser un error costoso. Los aceites de vitamina E no solo son caros, sino también difíciles de manejar y requieren dilución previa. Por ello, puede valer la pena considerar otras opciones, como los aceites naturales que ya han demostrado ser beneficiosos para el cabello y que además contienen vitamina E. Dos opciones destacadas son:
- Aceite de almendras: Rico en vitamina E, hidrata y suaviza el cabello, aumenta su elasticidad y lo protege de los rayos UV. Además, en el Ayurveda, este aceite es muy apreciado por sus propiedades afrodisíacas[16].
- El aceite de aguacate: También se ha relacionado recientemente con sus beneficios para el cabello. En un estudio realizado en 2021 se descubrió que dos de sus compuestos pueden tener un efecto regenerador en las células capilares dañadas[17].
Integrar estos hábitos / alimentos en nuestra rutina de cuidado capilar y combinarlos con masajes regulares en el cuero cabelludo puede ser muy beneficioso para fortalecer el cabello y contribuir a la salud del cuero cabelludo. Un estudio de 2016 encontró que realizar masajes de solo cuatro minutos al día generaba un aumento significativo en el grosor del cabello[18].
5. Mascarilla natural con vitamina E para fortalecer el cabello
Otra opción es probar tratamientos caseros, como una mascarilla capilar sencilla, efectiva e intensamente nutritiva. Comienza mezclando estos ingredientes en una batidora:
- 1 plátano,
- 1 aguacate,
- 1 cucharada de aceite de aguacate,
- 1 cucharada de aceite de coco,
- 1 cucharada de miel.
Una vez bien combinados, aplicar la pasta suavemente sobre nuestro cabello y dejar actuar entre 20 minutos – 3 horas, antes de lavar en profundidad[19].
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