Aunque el cabello promedio crece aproximadamente 0.35 mm al día, que equivale a aproximadamente 1.25 cm por mes y unos existen factores como la genética y la nutrición que pueden influir en esta tasa de crecimiento.
Si te preguntas qué puedes hacer para estimular el crecimiento del pelo, en este artículo te contamos cómo funciona la fase de crecimiento del pelo y compartimos 6 consejos respaldados científicamente para ayudar a que crezca de manera natural.
1. ¿Cómo funciona la fase de crecimiento del pelo?
Para potenciar el crecimiento del cabello es vital comprender el funcionamiento de la primera parte del ciclo de vida de cada uno de nuestros pelos, que es la fase de crecimiento, también conocida como anágena. Esta es la etapa en la que se encuentran la mayoría de los pelos que tenemos en la cabeza, hasta más del 90%, porque es, de hecho, la más larga en la vida del cabello: puede durar entre 2 y 6 años en la mayoría de los casos. El proceso es el siguiente: el folículo piloso crece activamente adoptando una forma de “cebolla[1][2] mientras va produciendo la fibra capilar, la cual se va alargando hasta convertirse en el propio tallo del cabello. Si bien es importante señalar que ciertos grupos raciales presentan características diferentes en cuanto a la tasa de crecimiento del cabello, por ejemplo, el cabello de las personas asiáticas tiende a crecer más rápido que cualquier otro grupo, la verdadera clave está en descubrir cómo maximizar y mantener nuestra tasa óptima de crecimiento personal durante toda la fase anágena. Te contamos algunos trucos.
2. Los factores que podrían estar afectando la velocidad de crecimiento del cabello
Si notas que tu pelo no está creciendo al ritmo que debería, quizás tienes que tomar en consideración los factores invisibles que podrían estar afectando a tu cabello:
Factores fuera de nuestro control:
- Diversas formas hereditarias y genéticas de pérdida de cabello, como los diferentes tipos de alopecia, pero incluso en estas situaciones, es importante mantener una actitud positiva y buscar asesoramiento profesional ya que existen tratamientos tópicos efectivos.
- Otros trastornos como problemas de tiroides o cambios hormonales que pueden interferir con el crecimiento del cabello. Esto puede ocurrir en diferentes momentos, por ejemplo, durante la menopausia, el embarazo o unos meses después del parto, cuando una disminución en los niveles hormonales puede cambiar abruptamente las fases del crecimiento del cabello, llevando a una caída excesiva conocida como efluvio telógeno posparto[3].
- La inevitabilidad del tiempo mismo, que, independientemente de las ingeniosas teorías de la relatividad nos acabará alcanzando a todos. A partir de los 30 años se empieza a producir una disminución del grosor, de la pigmentación, así como de la velocidad de crecimiento del cabello[4].
Factores en los que sí podemos influir. Estos son aspectos del estilo de vida que elegimos, entre los que se incluyen:
- Mantener a raya las insuficiencias nutricionales y saber qué nutrientes son esenciales para estimular la velocidad de crecimiento de nuestro cabello. Aquí te contamos cuáles son las mejores vitaminas para tener un pelo fuerte y saludable.
- Seguir una dieta variada y equilibrada.
- Evitar rutinas de cuidado capilar que causen daño a la salud del pelo. Como por ejemplo el lavado demasiado frecuente, el uso recurrente de secadores o planchas, la fuerza excesiva al peinarse o secarse el pelo con toalla, o dañar el cabello con tintes u otros productos químicos agresivos, entre otros.
- Entender cómo afecta el estrés crónico a la salud capilar. Vivir en constante estrés puede disminuir enormemente el crecimiento de nuestro cabello e incluso resultar en una caída y pérdida excesiva del mismo[5].
- Informarse sobre qué medicamentos son conocidos por causar efectos secundarios relacionados con el crecimiento y la pérdida del cabello, desde antidepresivos y anticoagulantes hasta betabloqueantes y algunas píldoras anticonceptivas[6].
- Adaptarse a los efectos que los cambios estacionales pueden tener en el pelo, desde el aumento de la velocidad de crecimiento durante el verano, hasta el efecto del invierno que puede llegar a afectar no solo a la calidad y fuerza del cabello debido a la deshidratación y fricción, sino también la velocidad de crecimiento del cabello[7].
- Mantener patrones de sueño regulares, ya que nuestros ritmos circadianos desempeñan un papel importante no solo en la regulación del crecimiento del cabello, sino también a la hora de mejorar nuestro sistema inmunológico, estado de ánimo y otras funciones cognitivas[8].
3- 6 consejos clave para estimular el crecimiento del cabello
Con una sobreabundancia de curas milagrosas que se pueden encontrar puede ser realmente difícil determinar qué métodos son considerados fiables y respaldados científicamente. Por esta razón, te contamos nuestros 6 consejos principales para ayudarte a estimular la tasa de crecimiento de tu cabello de la manera más natural posible:
- Aumenta la ingesta de vitaminas y minerales clave: pon especial atención en las cantidades necesarias de vitaminas y minerales para alcanzar las recomendaciones diarias. Estas incluyen: vitaminas A, C, D y E, y en particular ciertas vitaminas del complejo B, como Biotina (B7), Ácido Fólico (B9) y Riboflavina (B2), junto con minerales como zinc, hierro, magnesio y selenio[9]. Puedes leer más en nuestro artículo sobre vitaminas y salud capilar.
- Aprovecha los beneficios de las proteínas y ácidos grasos: dado que las proteínas son principalmente la base de los folículos capilares, su importancia no debe pasarse por alto al abordar la nutrición y la salud del cabello. Las evidencias han mostrado que los ácidos omega-3 y omega-6 son esenciales para mejorar la densidad del cabello y su crecimiento saludable[10].
- Considera probar activadores capilares específicos para el cuero cabelludo: ideales para tratar problemas de pérdida de cabello o promover la fuerza del cabello y la tasa de crecimiento. Varios antioxidantes tienen una función importante en aportar integridad y fuerza al cabello, como la vitamina E y, según un estudio reciente, la piroctona olamina, que demostró mejoras estadísticamente significativas en la salud del cuero cabelludo, la cantidad de crecimiento del cabello, la retención del cabello y una disminución del estrés oxidativo[11]
- No te olvides de darle a tu cuero cabelludo masajes regulares: aunque parece poca cosa, un estudio publicado en 2016 mostró resultados impresionantes con solo 4 minutos de masaje diario llevando a un crecimiento de cabello más completo y grueso en cuestión de meses[12].
- Programa recortes regulares del cabello: el proceso de recorte regular puede ayudar a darle fuerza al cabello al mejorar su integridad estructural y disminuir el riesgo de desarrollar puntas abiertas que a su vez pueden provocar el debilitamiento del cabello[13].
- Reduce activamente los niveles de estrés[14] a través de la incorporación de rutinas saludables de ejercicio como caminatas rápidas, clases de yoga o pilates, y meditación[15]. Otros pasatiempos que han demostrado relajar la mente y tener un efecto terapéutico positivo, incluyen escribir un diario, la jardinería o incluso acudir a terapia profesional adaptada a las necesidades personales o inquietudes específicas.