11/11/2024
Alopecia difusa: qué es y cuáles son los diferentes tipos
Índice de contenidos
La alopecia difusa se refiere a varias formas comunes de pérdida de cabello que pueden afectar a personas de cualquier edad. A diferencia de otras condiciones que provocan áreas de calvicie focal o en parches, la alopecia difusa se manifiesta como una pérdida de cabello uniforme en todo el cuero cabelludo.
En este artículo repasaremos los principales tipos de alopecia difusa, examinando su prevalencia, causas y características únicas, así como lo que cabe esperar desde el proceso de diagnóstico hasta el pronóstico. Intentaremos disipar el pesimismo y reconocer el impacto psicológico que puede tener la caída del cabello.
En este artículo, veremos los tipos de alopecia difusa, sus causas, prevalencia y características.
1. Principales tipos de alopecia difusa que debes conocer
La alopecia difusa afecta a los tres tipos principales de caída del cabello, y su prevalencia es significativa: las probabilidades de experimentar uno de estos tipos a lo largo de la vida rondan el 50%[1]el diagnóstico diferencial entre ellos puede ser complicado[2]Por ello, primero los analizaremos como entidades separadas antes de avanzar.
1.1 Efluvio telógeno
El efluvio telógeno (también conocido como caída excesiva) ha sido reconocido como la causa más común de la caída difusa del cabello[3], a lo que hay que añadir que la mayoría de los casos son subclínicos lo que significa que el número de casos puede ser mucho mayor[4]. La caída difusa se clasifica como aquella en la que perdemos más de la cantidad normal (hasta 100) cabellos al día[5], por lo que hay que estar alerta para detectar este problema a tiempo.
Esta afección suele aparecer a los pocos meses de un acontecimiento desencadenante; sin embargo, es importante señalar que, al buscar las causas exactas, en un tercio de los casos de efluvio telógeno no se identificó ningún desencadenante[6]. Los ejemplos más típicos de un acontecimiento de este tipo incluyen:
- Traumas inesperados: desde enfermedades , intervenciones quirúrgicas importantes o infecciones graves[7].
- Fluctuaciones hormonales – más notables después del parto[8] y entre las mujeres posmenopáusicas[9].
- Carencias nutricionales -, zinc y vitamina D entre otros nutrientes esenciales[10].
- Dietas inadecuadas, bajas en proteínas o dietas desequilibradas[11]
- Niveles de estrés elevados y crónicos, y otras formas de carga psicológica como la ansiedad y la depresión[12].
- La quimioterapia, así como la exposición a metales pesados, pueden provocar esta forma de caída del cabello, que a veces se denomina más específicamente efluvio anágeno, debido al cambio repentino del ciclo capilar de la fase anágena (de crecimiento)[13].
- Efectos secundarios de medicamentos: anticoagulantes, antidepresivos, betabloqueantes, píldoras anticonceptivas y (junto a casos de alopecia areata[14]).
1.2 Alopecia androgenética difusa
También conocida como patrón de caída del cabello, es muy común y se sabe que afecta hasta al 80% de los hombres y al 42% de las mujeres[1]. La alopecia androgenética es una afección predeterminada genéticamente que empeora con la edad, relacionada con la respuesta excesiva del organismo a los andrógenos. Esta condición provoca la miniaturización progresiva de los folículos pilosos[15]. Su manifestación varía según el sexo:
- Pérdida de cabello de patrón masculino – suele seguir un patrón predecible que generalmente se reconoce como la escala de Norwood-Hamilton[16]. Comienza con un retroceso gradual de la línea de implantación del cabello alrededor de las sienes (las conocidas entradas en el pelo), con una pérdida continua de cabello alrededor de la coronilla. Si no se trata, estas dos áreas pueden extenderse a lo largo de la parte superior de la cabeza, formando un patrón de adelgazamiento en forma de herradura alrededor de los lados y la parte posterior del cráneo.
- Por otro lado, la pérdida de cabello de patrón femenino no suele presentarse con entradas en el pelo (a menos que se produzca otra forma de alopecia, conocida como «alopecia frontal fibrosante»[17]), sino que aparece como un debilitamiento más difuso del cabello alrededor de la coronilla y de la raya central. La extensión de la pérdida de cabello rara vez alcanza la calvicie casi total o total, como puede ocurrir a menudo en los hombres[18].
1.3 Alopecia areata difusa
A diferencia de los dos tipos anteriores de alopecia difusa, la alopecia areata es una enfermedad autoinmune, en la que nuestros folículos pilosos son identificados erróneamente por nuestro propio sistema inmunitario y atacados[19]. Existen 5 tipos principales de alopecia areata que, en total, afectan aproximadamente al 2% de la población mundial[20]. Sin embargo, la alopecia areata difusa (también conocida como alopecia areata incógnita) es bastante rara, y los casos se dan predominantemente en mujeres (86,6%), de entre 20 y 40 años de edad[21].
La forma más común de alopecia areata se manifiesta como calvas del tamaño de una moneda. Sin embargo, cuando se presenta de manera difusa, el debilitamiento uniforme del cabello puede confundirse con el efluvio telógeno o la alopecia androgenética[22]. Por ello, un diagnóstico precoz y preciso por parte de un especialista es crucial para garantizar un tratamiento óptimo y personalizado.
2. Diagnóstico y pronóstico de la alopecia difusa
Independientemente del tipo de alopecia difusa, ya sea lenta o repentina, sus efectos psicológicos pueden ser significativos, afectando tanto la confianza como la autoestima. Aunque el estrés se ha identificado como un desencadenante de la caída del cabello, también hay evidencia de que esta situación puede aumentar el estrés y la angustia. Esto ha generado un creciente interés en la investigación para desarrollar estrategias terapéuticas que ayuden a mitigar estos impactos psicosociales[23].
Los procesos para obtener un diagnóstico preciso son relativamente simples y suelen incluir la observación profesional, un examen físico y la recopilación de un historial médico que identifique posibles predisposiciones genéticas. Si se requieren pruebas adicionales, estas son principalmente sencillas, indoloras y no invasivas. Pueden incluir pruebas con tarjetas, tirones de cabello o tricogramas. En algunos casos, se pueden necesitar análisis de sangre o biopsias del cuero cabelludo[24] . Al establecer un pronóstico individual, es importante tener en cuenta que cada tipo de alopecia difusa presenta características únicas, que se pueden desglosar de la siguiente manera:
- Efluvio telógeno: aunque es muy común y sus desencadenantes son de gran alcance, con una detección precoz, tratamientos y cambios en el estilo de vida, la afección suele ser temporal y totalmente reversible, lo que lleva a una remisión de los síntomas en un periodo de seis meses en aproximadamente el 95% de los casos agudos notificados[25]. Las opciones de tratamiento van desde productos médicos hasta cambios en el estilo de vida, pasando por cambios en la dieta y la adopción de una rutina de cuidado del cabello más suave, natural y nutritiva, que combata este tipo de caída evitando (o irritando aún más) los desencadenantes conocidos[26].
- A pesar de que la alopecia androgenética no tiene cura definitiva, con un diagnóstico precoz y un tratamiento cuidadoso se puede estabilizar y, potencialmente, frenar. Es fundamental abordar el trastorno con urgencia, ya que, sin intervención, los síntomas y el daño de la alopecia androgenética pueden volverse irreversibles[27]. Las opciones de tratamiento van desde fármacos tópicos y orales como Minoxidil y Finasteride, hasta opciones no quirúrgicas más caras como inyecciones hormonales, plasma rico en plaquetas y fototerapia de baja intensidad, aunque muchas de ellas tienen efectos secundarios bien conocidos[28].
- La alopecia areata es quizás una enfermedad más compleja e impredecible. Al igual que la alopecia androgenética difusa, no tiene cura, aunque en esta enfermedad autoinmune los folículos pilosos permanecen vivos, lo que permite que vuelvan a crecer. Tanto la extensión de la pérdida de cabello como la edad de aparición se consideran cruciales a la hora de evaluar el pronóstico, dicho esto, la alopecia areata puede ser recurrente a lo largo de la vida de una persona, y menos del 10% de los casos conducen a una recuperación completa[29]. Al igual que con la alopecia androgenética, los tratamientos también incluyen una serie de productos farmacéuticos, como cremas tópicas y corticosteroides, así como Minoxidil.
Debido a algunos de los posibles efectos secundarios de los fármacos convencionales, muchos pacientes piden consejo a sus médicos sobre tratamientos alternativos para problemas de caída del cabello relacionadas con el efluvio telógeno, la alopecia androgenética y la alopecia areata.
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