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Sorpréndete de la cantidad de cosas que puedes descubrir sobre el cabello.

Pero ¿cuánto sabes sobre el cabello? Ponte a prueba leyendo algunos datos científicos sobre el cabello que hemos seleccionado y que pueden ayudarte a descubrir muchos aspectos -numéricos, estadísticos, fisiológicos e incluso históricos- que quizá desconocías. Porque conocer a fondo nuestro cabello es un primer paso para cuidarlo mejor.

1. Vida media y fases del cabello

El primero de los datos científicos sobre el cabello que hemos seleccionado se refiere a la longevidad. En los hombres, el cabello tiene una vida de entre 2 y 4 años, cifra que se eleva a 5-6 años en el caso de las mujeres. Cada folículo puede presumir de numerosos ciclos de rebrote; en la mayoría de los casos, esto significa que cuando un pelo se cae, el folículo ya está listo para que crezca otro. Existen tres fases principales en la vida del cabello:

2. La elasticidad del cabello

La estructura del cabello es muy elástica y tiene la capacidad de deformarse y volver a su forma original cuando se somete a una fuerza química o al calor. Hay una pequeña prueba científica que puedes hacer para evaluar la elasticidad de tu cabello. Basta con coger un pelo mojado de varias zonas de la cabeza, sujetarlo fuertemente por la base con una mano y tirar de él hacia fuera con la otra. Si el pelo se estira sin romperse y luego vuelve a su longitud original, tiene una elasticidad normal; si, por el contrario, se rompe o se deforma, tiene poca elasticidad.

3. El color de pelo más común del mundo

Estadísticamente, el color de pelo más común en el mundo es el negro. El rubio sólo representa el 2% [3], y el pelirrojo es el color más raro de todos. Evidentemente, hablamos de coloración natural, no de las infinitas posibilidades de transformación que permite la coloración de última generación, que es mucho más que color, ya que también protege y cuida el cabello.

4. Cabello más largo

Cuando está mojado, nuestro cabello alcanza hasta un 30% más de longitud que cuando está seco. Un fenómeno aún más evidente en los cabellos rizados que, por su conformación, tienden a acortarse aún más cuando están secos, hasta el punto de que algunos peluqueros empiezan a sugerir cortarlos con el cabello completamente seco, precisamente para evaluar mejor la pérdida de mechones y la distribución del volumen.

5. La evolución del homo sapiens

Nuestros antiguos antepasados eran muy diferentes de nosotros. De hecho, estaban cubiertos de pelo y vello por todo el cuerpo. A nosotros -afortunadamente, dados nuestros cánones de belleza- sólo nos quedaba en zonas estratégicas. Pero ¿qué hizo exactamente que los Homo sapiens perdieran su pelaje? En primer lugar, los humanos no somos los únicos mamíferos casi sin pelo: los delfines, por ejemplo, son capaces de nadar más rápido y sin fricciones en el agua gracias a su piel suave y resbaladiza, los elefantes perdieron el pelaje de sus antepasados mamuts y así pudieron refrescarse más fácilmente y vivir en lugares más cálidos. Los humanos también perdimos nuestro pelaje por la misma razón: este cambio evolutivo nos permitió desplazarnos y colonizar nuevas zonas.

Un equipo de investigadores comparó los códigos genéticos de 62 especies animales, con y sin pelo. Los resultados, publicados en e-life[4], revelan que los «genes del pelo» siguen presentes en nosotros, pero han sido desactivados por la evolución: este descubrimiento es muy útil porque podría ayudarnos en el futuro a encontrar nuevas formas de tratar los problemas de caída del cabello.

[1] Brannon, H. L., MD. (2024, March 9). The telogen phase of the hair cycle. Verywell Health. https://www.verywellhealth.com/telogen-phase-1069283
[2] Roland, J. (2020, September 25). What are the four stages of hair growth? Healthline. https://www.healthline.com/health/stages-of-hair-growth
[3] Blonde hair Percentage by country / Blond Hair by Country 2024. (n.d.). https://worldpopulationreview.com/country-rankings/blonde-hair-percentage-by-country
[4]Kowalczyk, A., Chikina, M., & Clark, N. (2022). Complementary evolution of coding and noncoding sequence underlies mammalian hairlessness. eLife, 11. https://doi.org/10.7554/elife.76911

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