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03/12/2024

Alopecia femenina: qué es y cómo identificarla

Índice de contenidos

La alopecia femenina es en realidad una “palabra baúl» que abarca una amplia gama de afecciones complejas relacionadas con la caída del cabello, quizá más extendidas entre las mujeres de lo que a muchas de nosotras nos gustaría creer. Aunque, dentro del ciclo de vida natural de nuestro cabello, es totalmente normal perder hasta 100 cabellos al día1, la caída excesiva del pelo o el adelgazamiento de los cabellos pueden ser motivo de gran preocupación.

En este artículo veremos los diferentes tipos de alopecia en la mujer, sus características, posibles causas y quiénes son más propensas. Además, nos enfocaremos en las alopecias más comunes, su prevalencia, diferencias, y opciones de tratamiento y recuperación.

1. Primeros signos de alopecia femenina

Sin entrar de lleno en la biología de las células madre, el folículo piloso humano es fascinante y único en cuanto a su potencial de reparación y regeneración2. Tiene una vida útil de varios años y, además, la capacidad de experimentar hasta treinta ciclos a lo largo de nuestra vida3. Cada ciclo completo de un folículo piloso humano puede dividirse en cuatro fases: anágena (crecimiento), catágena (regresión), telógena (reposo) y exógena (caída).

Los primeros signos de caída del cabello pueden adoptar diversas formas, dependiendo de la afección específica o del tipo de alopecia femenina que se esté produciendo. Uno de los más comunes consiste en notar que se desprenden grandes cantidades de pelo en nuestras manos al despertarnos, después de lavarnos y cepillarnos, o durante otros momentos de nuestra rutina de cuidado del cabello.

El inicio de la alopecia femenina también puede aparecer de forma repentina y bastante severa, creando zonas o “  sin pelo, o como un tipo de adelgazamiento del cabello más gradual y difuso a lo largo del tiempo. Sin embargo, si al final, sea como sea, y de la forma que sea, la alopecia femenina llega llamando a nuestra puerta, el diagnóstico médico y el tratamiento precoz son esenciales, ya que hacerlo puede frenar e incluso estabilizar la caída de nuestro cabello hasta en 9 de cada diez casos4.

2. Principales causas de la alopecia femenina

A la hora de relacionar las posibles causas de la alopecia femenina, siempre es recomendable buscar el consejo de un profesional médico de confianza, para evitar diagnósticos erróneos y obtener el mejor plan de tratamiento personalizado disponible. Dicho esto, te contamos algunas de las principales causas de la alopecia femenina:

  • La genética es un factor importante que puede predeterminar el riesgo de caída del cabello5. Aunque aún se desconoce mucho sobre los riesgos hereditarios, continuamente se descubren puntos genéticos de riesgo específicos relacionados con la caída del cabello y las formas más comunes de alopecia femenina6.
  • Envejecimiento – es un evidente factor de riesgo. Un estudio revela que el 12% de las mujeres menores de 30 años sufre la forma más común de alopecia femenina, y este porcentaje se eleva a casi el 40% en las mujeres de 69 años7.
  • Cambios hormonales: ya estén relacionados con la tiroides, la DHT, la testosterona o los estrógenos (sobre todo después de la menopausia), se sabe que un gran número de andrógenos desempeñan un papel vital en la regulación del crecimiento del vello8.
  • Tanto la dieta como las deficiencias nutricionales pueden desempeñar un papel muy importante en la salud general del cuero cabelludo y el cabello. Estudios señalan la importancia de las dietas ricas en antioxidantes, antiinflamatorios y nutrientes9, junto con la suplementación cuidadosa de vitaminas y minerales .
  • El embarazo y el parto pueden afectar en gran medida a nuestro ciclo folicular, ya que la fase anágena del crecimiento del cabello aumenta durante el embarazo y la telógena tras el parto11. De hecho, se ha demostrado que más del 90% de las mujeres sufren caída del cabello tras el parto12.
  • Las enfermedades preexistentes pueden interrumpir el ciclo natural de crecimiento del cabello. Afecciones como la fiebre alta, la psoriasis, la cirugía, los traumatismos graves o las enfermedades crónicas se han asociado a un mayor riesgo de desencadenar la alopecia femenina13.
  • Una amplia gama de medicamentos -desde antidepresivos, anticoagulantes, inmunosupresores, anticonvulsivos, betabloqueantes, adelgazantes, estatinas (para el colesterol), píldoras anticonceptivas orales, así como la quimioterapia- son bien conocidos por su efecto secundario, a veces no infrecuente, de causar alopecia femenina14 .

Aunque detectar estas afecciones puede ser a menudo visualmente chocante y un proceso traumático en sí mismo, es muy importante intentar no dejarse llevar por el pánico. No sólo porque el estrés puede exacerbar varias de estas afecciones (e incluso se ha relacionado con la caída del cabello15 en sí), sino porque muchos tipos de alopecia pueden tratarse, y algunos son sólo temporales, como veremos a continuación.

3. Cómo identificar rápidamente los tipos de alopecia femenina

Un impresionante estudio de 2019 que recogió datos de Europa, América, África y Australia identificó 57 tipos de alopecia16, y analizó sus prevalencias individuales. Aquí nos centraremos en los elementos clave de los tipos más comunes y en cómo distinguirlos. Las dos categorías principales son las formas cicatriciales (con cicatrices) y no cicatriciales (sin cicatrices) de la alopecia femenina, siendo las variantes sin cicatrices las más comunes, ya que representa alrededor del 73% del total de casos, según la investigación actualizada por última vez en el año 2024.

4. Tipos de alopecias femeninas cicatriciales

Lo más probable es que estos trastornos sean diagnosticados por un médico o dermatólogo. La biopsia de piel del cuero cabelludo es la mejor vía para un diagnóstico preciso. Las alopecias cicatriciales, aunque no son tan frecuentes, provocan la pérdida permanente del cabello, debido a la inflamación del folículo piloso que conduce a la destrucción tanto de las células madre como de las glándulas sebáceas. Una vez esto ocurre, la zona afectada es sustituida por tejido cicatricial fibroso que acaba con la posibilidad de que vuelva a crecer en el futuro17.

Al igual que ocurre con otras formas de caída del cabello, incluso las alopecias cicatriciales son irreversibles, por lo que un diagnóstico médico precoz correcto es vital para evitar una mayor caída del cabello18. Algunas de las alopecias cicatriciales más comunes que afectan a las mujeres son:

  • Alopecia cicatricial centrífuga central (ACCC) – se presenta de forma característica con calvas alrededor de la coronilla que luego se extienden por el cuero cabelludo, afecta sobre todo a mujeres de ascendencia africana y muestra una predisposición genética19.
  • Alopecia frontal fibrosante (AFF): descubierta en 1994, se asemeja en cierto modo al retroceso de cabello en los hombres y aparece en mujeres posmenopáusicas hasta en un 95% de los casos20. Las mujeres más jóvenes también pueden verse afectadas y aunque el desencadenante sigue siendo desconocido, los casos parecen ir en aumento21.
  • Liquen plano pilar (LPP): se manifiesta con manchas progresivas de pérdida permanente de cabello. Es un trastorno autoinmune que afecta sobre todo a mujeres de entre 40 y 60 años22 aunque su causa exacta sigue siendo desconocida. Comparte síntomas visuales con la alopecia areata, pero, a diferencia de esta, el liquen plano pilar es irreversible.

5. Tipos de alopecias femeninas no cicatriciales

Estas formas mucho más comunes de alopecia femenina difieren de las mencionadas anteriormente ya que, aunque la caída del cabello puede ser difusa o incluso grave, los folículos pilosos se conservan, lo que significa que la afección puede revertirse y es posible que el pelo vuelva a crecer.

De hecho, un par de variantes de las alopecias femeninas no cicatriciales pueden describirse como pérdida traumática del cabello, como la tricotilomanía (el impulso irresistible de arrancarse el pelo y una forma de TOC)23, o la alopecia por tracción (que resulta de peinados prolongados y apretados como trenzas o tejidos)24. Sin embargo, los tipos más comunes de todas las alopecias femeninas son los siguientes:

  • La alopecia androgenética: También conocida como alopecia de patrón femenino (APF), suele comenzar con un adelgazamiento del cabello alrededor de la coronilla, que a menudo crea una raya central notablemente más ancha25. Es globalmente el tipo más común de alopecia, suele ser hereditaria y, como ocurre con otros tipos de alopecias femeninas, suele haber dos picos: el primero entre los 25-40 años, y el segundo en torno a la menopausia, 50-60 años 26.
  • La alopecia areata: Es un trastorno autoinmune que afecta hasta al 2% de la población mundial27. La forma de presentación más común son las manchas circulares localizadas que se desarrollan en el transcurso de unas pocas semanas, aunque otros tipos incluyen la alopecia total (todo el cuero cabelludo) y la alopecia universal (todo el cuerpo). Se trata de una enfermedad crónica, lo que significa que puede reaparecer a lo largo de la vida. De las personas afectadas, hasta el 50% puede tener un crecimiento natural del cabello en el plazo de un año, mientras que menos del 10% sólo experimenta los síntomas una vez y se recupera por completo28.
  • Efluvio telógeno: Es un trastorno del cuero cabelludo que provoca una caída excesiva y difusa del cabello, que se diferencia de los dos tipos anteriores en que afecta a todo el cuero cabelludo de manera uniforme. Normalmente se produce un acontecimiento desencadenante unos meses antes de su aparición, que puede deberse a cambios hormonales, desequilibrios dietéticos y deficiencias nutricionales, o a traumas físicos como una operación quirúrgica, una enfermedad grave, una infección o el parto, todo lo cual puede hacer que nuestro cabello pase de la fase anágena (crecimiento) a la telógena (reposo)29. Existen tratamientos para el efluvio telógeno y, en los casos agudos de efluvio telógeno, aproximadamente el 95% de los casos remiten en menos de un año30.

En conclusión, un diagnóstico temprano es fundamental. No debemos retrasar la consulta con un médico de atención primaria o dermatólogo, ya que hay tratamientos  para muchas de estas afecciones. Comprender cómo se puede desequilibrar fácilmente el ciclo de vida natural del cabello nos invita a explorar formas de fortalecer nuestro cabello antes de que aparezcan síntomas dañinos.

Centrarse en una rutina de cuidado del cabello más suave y nutritiva puede ayudar a revitalizar nuestros folículos con nutrientes beneficiosos, para que podamos hacer todo lo que esté en nuestra mano para mantener a raya la caída del cabello y la alopecia femenina.  de champús, acondicionadores y complementos alimenticios está diseñada para fortalecer el cabello debilitado y poder mantener un cuero cabelludo sano y óptimo.

Esta información en ningún momento sustituye al diagnóstico del médico o el consejo del farmacéutico.

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